Artículo de Madre María publicado en Huelva Información

En la Semana de la Vida Consagrada

Celebrando el Amor

He oído decir que, si mayo es el mes de las flores, febrero es el mes del amor. Al punto, me acordé del día 14, san Valentín. Pero, inmediatamente, se vio enriquecido el horizonte de  este mes del amor, y, justamente, en las puertas de este febrerillo loco, encontré la clave: El día 2 se celebra en la Iglesia una Fiesta, que nos recuerda la ofrenda del Amor más grande: Jesús en manos de María y José, en su Presentación en el Templo.

Y…colgada de la misma hoja del calendario, esta Celebración  del Amor, que es, en sí, la Vida Consagrada.

¡Bonito mes de febrero atravesado por la simbología de los dardos del amor divino y del amor humano!

Soy una persona consagrada al Amor de Dios y, por Él y en Él, al amor al prójimo, en  mi vocación contemplativa y apostólica agustiniana, y estoy de fiesta celebrando ese amor.

El amor es silencioso y voceador, íntimo y resonador, porque lleva en sí la fuerza de esa onda expansiva, que se llama pasión.

Por ello, en estas breves líneas, quiero animar a muchos jóvenes  a buscar en sus vidas el verdadero amor, sea humano o divino. La fuerza de un amor de relación humana limpia y nueva que les lleve a la unión esponsal sincera por la fidelidad. Y a aquellos que son llamados a mirar más allá; a apostar su vida por el más alto Amor en una ofrenda de comunión.

Hoy, con urgencia, se escucha el grito del corazón sediento de Cristo que nos llama, porque reaviva en este nuevo desierto de la increencia aquel sentimiento que manifestó a los suyos: “¿También vosotros queréis dejarme?” (Jn 6, 67)  Y necesita volver a escuchar la pregunta de aquel joven buscador: “Maestro, ¿dónde moras?” (Jn 1, 35)

Desde el lema que este año la Conferencia Episcopal para la Vida Consagrada ha elegido: “Parábola de fraternidad para un mundo herido”, podemos saborear la llamada que, en labios de Jesús, se hace parábola: ejemplo, muestra y envío, Jesús es elocuente: nos habla y al que le escucha le envuelve con la fuerza de una misión que hará también de él palabra viva: “Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres” (Mt 4, 18) “Dadles vosotros de comer” (Lc 9, 13)

Párate, hoy, joven o menos joven, y escucha, porque, quizá, puedas estar siendo llamado a ser otro Jesús para, con otros hermanos, sanar “este mundo herido” con el amor de Dios en tus manos.



Publicada el 06 Feb 2021

Otras Noticias

ORACIÓN Y EUCARISTÍA ONLINE Publicada el 15 Mar 2020

NUEVO CAPELLAN Publicada el 04 Sep 2019

Publicada el 19 Jan 2018