Domingo 25º Tiempo Ordinario

Mateo 20, 1-16

"Id también vosotros a mi viña"

Jesús, Señor, y en esta parábola los jornaleros, propietarios de la viña. Este es tu propósito, contratar jornaleros para la viña del Reino de los Cielos. Lo tienes muy claro, esa viña, que es como el Reino, necesita buenos obreros que la cuiden y obtengan de ella muchos y buenos frutos. Por eso comienzas muy de mañana la búsqueda de personas para contratarlas: “Id a mi viña vosotros, y también vosotros, y vosotros”. La hora y el momento no te importan, todos los brazos son buenos porque la viña es grande y hay trabajo para todos: Id también vosotros a mi viña. Todos tendrán su paga porque Tú eres un Dueño justo.

Y aquí vienen las dificultades, porque tus jornaleros no son como Tú. Siempre la justicia nos parece demasiado justa y esperamos más. Entonces nos explicas tu modo de proceder: Yo rebaso la justicia con la misericordia, Yo tengo una mirada más alta y profunda que la vuestra, Yo no te agravio si te doy lo tuyo y al otro lo suyo. Nunca seré injusto pero siempre seré libre para repartir mis dones, porque yo veo y juzgo más allá…

Jesús, realmente tienes razón en tu modo de proceder y yo no soy quien para juzgarlo aunque, a veces, sienta envidia (¿santa?) de aquellos que veo que son más preferidos de tu amor… Perdóname, porque sé que este no es un modo correcto de ver ni de sentir, aún me falta un generoso desprendimiento.

Yo sólo quiero quedarme con la alegría se saberme llamado por Ti a ser jornalero de tu viña y quiero escuchar cada mañana: “Ven tú también a mi viña”. Es curioso que al escribir me he equivocado dos veces y he puesto vida en lugar de viña; realmente ¿no querrás decirme con ello que a lo que me llamas realmente es a tu Vida, a estar en Ti, a vivir contigo a ser en tu vida y viña acogedora para compartir con todos el gozo de tu plenitud.                                                                                                                                                                                  

"Lo que Él ha de dar y lo que ha de hacer es decisión suya; tú, cuando te llame, ve".

San Agustín. Sermón 87,6-9.                            

Publicada el 24 Sep 2017